martes, 19 de abril de 2011

Renuncio a Mí en nombre del AMOR por Mª José Naranjo Hernández Psicóloga feminista del Espacio de Salud Entre Nosotras

El otro día en una reunión con mis amigas de toda la vida, una de ellas nos contaba como está la situación con su pareja. Se quejaba muy afectada por la cantidad de cosas que él NO hacía. No la escuchaba, no hacía las cosas a las que se había comprometido, no compartía sus aficiones... Ella estaba deprimida. Ya no tenía energía ni para enfadarse, había intentado explicarle en numerosas ocasiones lo que era importante para ella, había probado a negociar, poner límites o intentar hacer caso omiso a lo que tanto le afectaba. Y según ella, todo sin resultado.
Como el grupo de amigas la queremos, no nos gusta verla así, por lo que una de nosotras le dijo, “pero, ¿a ti esa relación te compensa?”, ya que desde fuera parecía evidente que este chico no podía, o no quería, cumplir con sus compromisos en la relación. A lo que mi amiga contestó, “es que estoy enamorada, le quiero y no puedo remediarlo”. Esta frase fue senten- cia. El resto reaccionamos como si hubiera expresado la explicación irrefutable de su inmovilidad. Como si esto fuera excusa más que suficiente para que su vida esté condenada al fracaso.
Y a partir de aquí, empecé a pensar en la cantidad de veces que yo había presenciado, o vivido, una situación semejante, y no le encontraba explicación porque si las mujeres de hoy sabemos de la importancia de desarrollarnos personal y profesionalmente, ¿por qué renunciamos a nosotras mismas, a lo que es importante para nosotras en nombre del Amor? Es como si fuéramos víctimas de aquello que se supone más felices debe hacernos.
Como psicóloga de AMS, en mi experiencia terapéutica con cientos de mujeres, creo que la principal explicación a esto, no tan casual, que nos pasa a casi todas las mujeres está en una mezcla de tres factores:
El concepto de amor, y el modelo amoroso en el que hemos sido educadas.

La presión social por tener pareja estable.

El miedo a no tener pareja, a “estar sola”. A continuación desarrollaré cada una de
ellos

1. Concepto de amor y el modelo amoroso en el que hemos sido educadas
Para la Iglesia Católica el amor es aquello que haces por el bien de la otra persona. Sin recibir nada a cambio, y es algo que te sale de manera espontánea y natural. Además es un amor que lo perdona todo, lo que sea. La idea de amor gratuito y natural, viene pues de la religión católica.
Esto hace que anhelemos ser amadas, pero sentimos la exigencia de amar sin esperar ser correspondidas. Porque según estos principios, amar es colocar a la otra persona en el lugar más importante del mundo, más importante que una misma.
Así aparece la “madresposa”, como dice Marcela Lagarde. Esa mujer que cuida por el bienestar de la persona querida representando una mezcla de rol de madre tradicional y de esposa sumisa.
Porque si pedimos lo mismo que damos nos sentimos egoístas.
A modo de ejemplo os invito a qué penséis que haríais si un día habéis trabajado sin parar, no habéis tenido tiempo ni de comer, y haciendo la cena hay dos filetes, uno es pequeño y el otro más grande, ¿cuál os servís en el plato?
El amor romántico: desde la literatura, las películas, los “culebrones”, los cuentos
tradicionales, etc., nos llegan mensajes muy concretos sobre qué se hace cuando se está realmente enamoradas, debemos:
Entregarnos totalmente: darlo todo, sin guardar ni una parte de nosotras mismas, porque después de todo se supone que exclusivamente eso nos hará completamente felices. Y siendo así ¿qué sentido tiene no compartirlo todo? Por lo que mi tiempo, mis energías, mi cuerpo y mi intelecto estarán centrados en que esa relación funcione. Y si no pensad: ¿os habéis sentido culpables por no haberle contado algún episodio de vuestra vida o por haber gastado en vosotras algo de dinero?
Sacrificarnos por amor: esto quiere decir renunciar a las aficiones, a ser escuchadas, a tener tiempo para relajarnos... Porque ese sacrificio viene en el “pack” de una relación estable. Nos dijeron que si no cedemos no es posible una convivencia pacífica. ¿Os habéis planteado el número de películas de acción que habéis visto con él frente a las películas que os gustan a vosotras que han visto vuestras parejas?
Idealizar a la otra persona no viendo o justificando sus defectos: las mujeres somos expertas en no ver lo que nos han dicho que no veamos. Cuando la pareja no hace aquello a lo que se había comprometido, o no nos da aquello que necesitamos al pedírselo, muchas veces buscamos excusas, del estilo, “total, a mi no me cuesta nada hacerlo, no peleo y acabo antes”, o “no se dio cuenta, lo hace sin querer porque no lo hizo nunca y su madre no le enseñó a hacerlo”. ¿Habéis pensado en la cantidad de nuestros logros que van en contra de lo que nuestras madres nos enseñaron?, pillaros a vosotras mismas cuando la excusa que vale para vuestra pareja no valga para vosotras.
Esperar que conozca tus necesidades mejor que tú misma: ¿cuántas veces nos enfadamos porque tenemos que pedirle a nuestra pareja algo que nos parecía evidente que no había que pedir?, (creemos erróneamente que si te quiere “debe” saber de sobra qué es importante para ti). Esto ocurre en el mejor de los casos, que es cuando se lo pedimos, pero en la mayoría de las ocasiones nos enfada tanto que no adivine nuestras necesidades, que a nuestro parecer son tan claras, que renunciamos a ellas.
Se supone que con el amor viene esa comunicación mágica que otorga poderes a la otra persona y le permite saber qué quieres, sin que tú se lo digas. Cuando lo cierto es que no tiene ni idea de porque nos enfadamos, no nos entiende.
2. La presión social por tener pareja estable:
Las mujeres sin pareja estable, y más a una cierta edad, están incompletas, y con esto me refiero a con algún fallo. Fallo que hace que otra persona (un hombre preferiblemente) no la haya elegido para compartir su vida. Es como si toda ella no fuera lo suficientemente valiosa como para “conseguir” una pareja.
Y si no sois conscientes de haberos sentido presionadas para tener pareja os invito a observar qué le ocurre a la mujer que acude sola a una boda. ¿Qué clase de comentarios recibe del resto?, ¿dónde tiene que sentarse? o ¿cómo se relaciona a la hora de bailar? O podéis pensar cuánto tiempo tarda alguien querido que hace tiempo que no veis en preguntaros por vuestra vida sentimental, y el tiempo qué tarda en hacerlo sobre el nivel de satisfacción laboral qué tenéis, el número de amigas, vuestra intención de voto en las próximas elecciones, etc.
Yo misma, el otro día me sorprendí, preguntándole a la hija de cinco años de una de estas amigas de las que antes os hablaba, si tenía novio o novia, y me sentí moderna porque dados los tiempos que corren se les puede decir a las criaturas que las relaciones homosexuales son tan aceptables como las heterosexuales. Pero después de un rato le pedí perdón a esta niña porque en mi pregunta no había cabida a que no tuviera pareja o no quisiera tenerla.
3. El miedo a no tener pareja, a “estar sola”
Utilizamos sola como sinónimo de sin pareja y a esto hay que añadirle la connotación de que sola se está fatal, (probad a decir Fulanita está sola, a ver qué impresión os hacéis de ella).
La pareja aparece como la solución a nuestros miedos. Al miedo a equivocarnos, por eso pedimos su opinión a la hora de elegir, miedo al plantearnos arreglar cosas que requieren habilidades que nunca hemos desarrollado (poner un enchufe, cambiarle una rueda al coche...), miedo a ir solas por la calle frente a todos su peligros, ... En definitiva miedo a no tener quien nos cuide, quien con su presencia aporte la seguridad en nuestra vida que nosotras por nosotras mismas nos han dicho que no podemos alcanzar.
Todas estas causas, estas ideas y valores que vamos aprendiendo desde que nacemos se ponen de manifiesto en su conjunto, en las fases que atraviesa toda relación de pareja. Estas fases pueden resumirse en:
1a Fase Me gusta; quiero gustarle:
Cuando conoces a una persona que te gusta, al comienzo estás centrada en caerle bien, en sentirte aceptada. Es por ello que puedes medir lo que dices, lo que haces e intentar adivinar los temas de conversación que crees le pueden agradar, o las actividades a realizar. Buscas la aproximación, el contacto. A la vez pretendes mostrarte natural, relajada, tú misma. Cuando, hacer estas dos cosas a la vez es totalmente incompatible.
2a Fase Le gusto; me siento bien estando con esa persona todo el tiempo: Cuando la otra persona te envía señales que te hacen saber que tú también le gustas, que responde positivamente a tu deseo amoroso, empieza la pasión, el éxtasis, todo aparece con mucha intensidad. Comienza aquí la fase de enamoramiento propiamente dicha. Es como si os fusio- narais en una sola persona.
Estás tan centrada en cómo te hace sentir que no te has parado a conocer a esa persona, la idealizas, aunque aparezcan pequeños detalles que te hagan dudar de si es realmente como tú crees (como tú deseas que sea), pero los pasas por alto, porque nada tiene más sentido que estar con la otra persona, conseguir sentirte especial, valiosa por tener algo así, y por el simple hecho de atraerle, de no tener algo malo que te haga no tener pareja, por no ser diferente del resto de las mujeres que consiguen tener novio, casarse, hijas/os...
Todo esto hace que comiences una relación con una persona a la que realmente no conoces. De ahí que en ocasiones, pasado cierto tiempo nos preguntemos a nosotras mismas, ¿cómo pude estar yo con una persona como ésta? Fue la necesidad de responder tanto a la pre- sión social para tener pareja, como a la presión interna por sentirte valiosa, la que no te dejó pararte a pensar si esa persona reunía las características que te interesan como pareja, si merecía la pena tanto como para compartir tus espacios, tu gente y tu cuerpo.
3a Fase Intimidad, nos conocemos realmen- te como somos: Pasada la fase anterior, que oscila aproximadamente en torno a los 6 primeros meses, comienzas a darte cuenta de que sois diferentes, que no siempre estáis de acuerdo y que en ocasiones veis la vida de manera muy distinta. Según como se resuelva esta situación pueden surgir diferentes cosas:
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Que justifiques tus insatisfacciones sobre la pareja, posiblemente responsabilizándote tú de la mayoría de vuestros problemas, porque te quedas anclada en la fase. Te dices a ti misma que la otra persona antes no era así, por lo que deduces que si ahora es distinto será por tu culpa. Piensas que si te esfuerzas mucho llegarás a conseguir que vuelva a ser quien era cuando le co- nociste. Esto puede llevarte a justificar incluso relaciones de violencia.
Que asumiendo que sois diferentes, a ti la persona que ahora conoces no te compense como pareja y termines la relación.
Que asumáis que sois diferentes y que negociéis, a través del diálogo, cómo defender los interese de cada persona en la pareja.
Creo que mi amiga, y todas las mujeres, en más de una ocasión, nos quedamos ancladas en esta segunda fase. Que idealizamos a la persona con la que estamos, que no aceptamos que no puede o no quiere darnos aquello a lo que razonablemente
se compromete, y vuelven las absurdas creencias: si amas a alguien se supone que tienes que hacerlo sin esperar nada a cambio, de manera gratuita, perdonando sus errores, se supone que cedes porque así si no que hay conflictos, y parecerá que no aguantas nada o que eres una histérica y así nadie te va a querer, porque se supone que tendrás contenta a la gente que te rodea (más vale mal acompañada que sola), se supone que no te sentirás tan rara... se supone, se supone, pero lo cierto es que haciendo todo esto que se supone, tampoco nos sentimos bien.
Y no quiero decir con todo esto que tener pareja, estar enamorada, sea algo negativo, al contrario, creo que puede ser una de las mejores experiencias en la vida. Pero para ello es necesario que primero te realices personal, profesional y sentimentalmente. Luego (o en paralelo), tienes que ser capaz de identificar tus necesidades en una relación de pareja. Frente a las que te han dicho que tienes que tener, y buscar a una persona con la que puedas negociarlas. Y con buscar, me refiero de manera activa. Esto quiere decir sin esperar a que todo fluya naturalmente, si no dándote el permiso de acercarte a conocer (sin dejarte llevar exclusivamente por como te hace sentir) a esa persona.
Para Rilke “El amor consiste en que dos soledades se protegen, se tocan mutuamente y se saludan”. Creo que sin un cambio en nuestro concepto sobre el amor es imposible sentirse bien amando. Así que os invito a que entre todas vayamos cambiando este concepto y aprendamos a amar amándonos.
¡¡¡Hagamos del amor una fuente de satisfacción y no de conformismo!!!

GARZÓN, JUEZ Y PARTE

Desde luego lo que está ocurriendo en este nuestro País, con el juez Garzón no tiene nombre. Que se juzgue antes al juez que investiga los casos de corrupción que a los que han metido, supuestamente, la mano en el cajón, es simplemente surrealista. Pero además sabiendo de qué sector vienen las iras, la reflexión que me hago es que siguen creyéndose con el poder absoluto.
Para la derecha de este País no hay memoria histórica más que la ya sabida de los vencedores de una contienda más que sangrienta y dolorosa, que sumió a España durante más de 40 años en una larga noche carente de libertades y llena de tristeza, pobreza, desigualdades, analfabetismo.....
Esta derecha que se sigue permitiendo el lujo de creerse la VERDAD de nuestro País, la única con LEGITIMIDAD para  gobernarnos.
Esta derecha que lo único que alimenta es la desigualdad entre territorios, hombres y mujeres, personas de diferentes creencias o identidades tanto personales, como sexuales. Porque lo único que creen que es correcto es lo que su mano más derecha, su mano ejecutora de la moral, LA IGLESIA, dice.
Tenemos muy mala suerte con los partidos de derechas que todavía no entienden lo más fundamental que defiende la democracia : la JUSTICIA, IGUALDAD, TOLERANCIA.
Que persiguen con saña cualquier indicio de corrupción en los de izquierdas pero no consienten que nadie "meta las narices" en sus asuntos y así se las gastan, llevando en sus listas electorales a los supuestos investigados por corrupción.
Cierto es que el tiempo da y quita razones pero no nos dejemos manipular por una derecha recalcitrante con el poder mediático a su favor.
Lo que está mal, está mal y la moral no nos la enseña la IGLESIA. Todos y todas sabemos que a la vida pública hay que llegar con las manos llenas de ilusión y ganas de trabajar e irse con la satisfacción del trabajo bien hecho.
Y quien no esté dispuesto o dispuesta a hacerlo así no puede ocupar puestos de responsabilidad política.
La justicia está para conseguir equilibrar la carencia de moral de algunas personas, y no para juzgar a quien persigue equilibrar esta situación. Porque esto provoca la pérdida de credibilidad con el consecuente y grave debilitamiento del sistema.
Que por otra parte es lo que realmente persigue siempre la derecha debilitar el sistema, UN SISTEMA EN EL QUE NO CREE.

domingo, 17 de abril de 2011

Las Jóvenas que no creen en el feminismo

Es cierto que algunas mujeres jóvenes creen que el movimiento feminista ya no es necesario,en cualquier momento, al sacar el tema, es increíble cómo reaccionan, me doy cuenta, en ese momento de lo tupido que es el BURCA que llevan, no son capaces de distinguir la realidad pero además no quieren ser conscientes de ella, supongo que es replantearse tantos cambios, que muchas prefieren huir de ello, a la vez se vuelven agresivas en la dialéctica y somos nosotras las que : "estamos obsoletas" "ministerio de igualdad menuda chorrada", no quieren que las representemos realmente,( qué vida habremos llevado en nuestras casas seguro que nuestros padres pegaban a nuestras madres), porque ellas NO VIVEN DENTRO DE NINGUNA DESIGUALDAD SU REALIDAD ES LA MISMA QUE LA DE UN TÍO...... ,¿Dónde fallamos? está claro en la educación recibida, no sólo en sus casas, en el colegio y más tarde en la facultad, el mensaje del patiarcado está tan dentro de nuestra piel que es muy difícil hacer ver a quien no quiere ver: TODO ESTÁ SOLUCIONADO, ESTA DEMOCRACIA NO PERMITE DESIGUALDAD, SÓLO IMPORTA EL DINERO QUE SE GANE, EL ESTATUS QUE SE CONSIGA, ESAS QUE SE QUEJAN, QUÉ MÁS QUIEREN ¿DEJAR A LOS HOMBRES EN CASA?  NO TE MANIFIESTES ESO ES DE ANTIGU@S, NO PROTESTES ,...... Bueno yo siempre digo que es en el momento de parir cuando la realidad te aplasta con toda su fuerza y su desigualdad.
Hay que conseguir que se pongan las gafas con las que el resto vemos la REALIDAD, no la que el patriarcado se empeña que vean.
El movimiento feminista es tan denostado gracias al patriarcado, que es necesario darle un nuevo impulso, basado en incluirlo en los curriculum de los programas de estudios, pero por supuesto, desde perspectiva feminista, claro está. 
De las próximas generaciones tiene que salir nuestra Presidenta del Gobierno, Feminista. ÁNIMO.

La Violencia

Estamos inmersos e inmersas en un mundo violento, realmente, parece que no hemos evolucionado mucho desde la edad media, está claro que la violencia forma parte de nosotr@s. La frustación diaria se conviete en estallidos de violencia verbal o física, y si no, estemos atentos a nuestr@s vecin@s, a nuestr@s niñ@s, amig@s, todo el mundo sufre en sus carnes la violencia de una manera u otra. 
Ahora bien, ¿qué les pasa a los hombres?, y ¿qué nos pasa a las mujeres?. Está claro que las relaciones de pareja no son lo que queríamos. Entonces¿ qué queríamos?, será ese príncipe azul en caballo blanco de nuestros cuentos de hadas, y ¿ellos? será esa mujer servicial dulce y sumisa que lo cuida y cubre todas sus necesidades. 
¿En qué momento comienza esa pesadilla de los malos tratos?
Está claro que el hombre es violento, la testosterona lo define, pero hace falta mucho más que una hormona para esa explosión de violencia. 
La educación recibida, las relaciones familiares, pero además todo ello aderezado de una buena ideología patriarcal: la mujer, como ser inferior, estará e su servicio, será su propiedad; el hombre en cambio como ser superior, al que se obedece.
Muchos no entienden siquiera que estén haciendo algo malo "si son sus  mujeres". 
¿Seremos capaces de cambiar en la sociedad el concepto de mujer?
¿Seremos capaces de saber las mujeres escoger el tipo de hombre al que amar?
 Un hombre sensible, que nos entienda, que sea responsable de su familia que no nos haga sentir solas y que nos respete y quiera. Que podamos tener una relación sana donde el poder no caiga de ningún lado, esté compartido.
Quizás si conseguimos formar una familia así, nuestr@s hij@s no vivirán un modelo violento que le genere inseguridad y miedo donde las relaciones no se basen en la violencia si no en el respeto y  consigamos mas igualdad para tod@s y ser al fin más felices.
Espero que podamos conseguir Amar con libertad, Amar respetando, Amar tolerando, AMAR y que nos AMEN, porque al fin es el estado más maravilloso en el que el ser humano puede vivir, AMANDO y SER AMAD@. 

Un mundo de gente rentable

Un mundo de gente rentable
Un ensayo de la filósofa Martha Nussbaum y expertos españoles alertan del peligroso arrinconamiento de las humanidades en favor de una educación mercantilista
JESÚS MIGUEL MARCOS Madrid 28/11/2010 08:32

Seguro que recuerdan aquel chiste de un ingeniero, un físico y un informático que se quedan tirados en una autopista. Los dos primeros se enzarzan en una discusión sobre si hay que revisar la correa de distribución o la temperatura del radiador. El informático, mirándoles con cierta incredulidad, concluye con esta pregunta: ¿Y si salimos y volvemos a entrar? Da risa, pero es probable que su sugerencia sea incluso más práctica que la que hubiera ofrecido un filósofo. Por ejemplo: ¿Qué premisas podemos establecer para construir argumentos válidos que nos encaminen a una solución a nuestro problema en la autopista?
"¿Cómo se nos ha ocurrido meter a este en el coche?", dirían los otros tres, pensando con razón que las elucubraciones del filósofo podían abrir sus mentes, pero de ningún modo iban a arrancar el vehículo.
Que un chiste cuente que lo que no tiene un valor práctico inmediato no tiene valor nos hace reír, pero cuando se hace realidad se puede transformar en la peor broma macabra. Desde hace algunos años, existe la tendencia en los sistemas educativos de todo el mundo de arrinconar las humanidades (Filosofía, Filología, Historia...) en favor de los estudios con una proyección mercantilista.
"Los ciudadanos serán máquinas utilitarias", adivierte Nussbaum
El reciente Plan Bolonia o la reducción de la carga horaria de Filosofía en la Educación Secundaria son sólo dos ejemplos de un fenómeno que ha sido contestado con ruidosas protestas desde la comunidad académica. "Se están produciendo cambios drásticos en aquello que las sociedades democráticas enseñan a sus jóvenes. Sedientos de dinero, los estados nacionales y sus sistemas de educación están descartando sin advertirlo ciertas aptitudes que son necesarias para mantener viva la democracia", escribe la filósofa estadounidense Martha C. Nussbaum en Sin fines de lucro (Katz).
Nussbaum, prestigiosa profesora en Harvard y una de las cien intelectuales más relevantes de 2010 según la revista Foreign Policy, ha escrito un libro en el que alerta del peligro de que aparezcan "generaciones enteras de máquinas utilitarias, en lugar de ciudadanos cabales capaces de pensar por sí mismos".
CIUDADANO ROBOTNo pienso, no protesto
En el año 2001, la compañía de energía Enron entró en bancarrota después de que sus dueños protagonizaran uno de los fraudes empresariales más espectaculares de la historia. Muchos trabajadores sabían lo que estaba pasando, pero ninguno alzó la voz. "La autoridad y la presión de los pares hacían que la gente no protestara, incluso cuando las cosas se pusieron realmente feas. Necesitamos producir gente que se sienta impulsada a ser crítica, tanto para lograr un futuro saludable en la cultura de empresa como, por supuesto, para la política", responde a Público Nussbaum.
El ciudadano adquiere las herramientas para desempeñar un trabajo, aprende conocimientos de aplicación inmediata y claramente dirigidos a promover el desarrollo económico, pero se deja a un lado la formación de su capacidad intelectual, de pensamiento crítico y de reflexión. "Se están cambiando las premisas de la educación: de un sistema donde se primaba la formación intelectual se está pasando a una enseñanza utilitaria. Estamos viviendo un proceso de conversión de las universidades en un modelo muy impreciso de escuelas laborales", razona el decano de Filología de la UNED, Antonio Moreno.
CIUDADANO ÚTILProduzco, luego existo
Existe un abandono de aquellos conocimientos que no tengan una aplicación mercantil directa. Ahora prima la empleabilidad. No se forma a la persona de forma integral, sino que se persigue una educación que la convierta en sujeto de rendimiento inmediato en el ámbito económico. El ser humano como una pieza más del engranaje de un sistema productivo que requiere de ciudadanos fácilmente intercambiables que no se planteen otros posibles escenarios.
Para Ángeles J. Perona, profesora de Filosofía de la Complutense de Madrid, "esto conduce al adocenamiento del individuo, cierra su vida, su horizonte, e incluso limita mucho los criterios sobre su propia valía. Si haces algo que no tiene rendimiento mercantil, eres una persona excéntrica o un vago. Y hoy en día el criterio para juzgar es sólo ese".
CIUDADANO NEOLIBERAL El mundo, un mercado
"Se está cambiando el modelo educativo de forma opaca", dice Antonio Moreno
El arrinconamiento de las humanidades está directamente relacionado con una concepción neoliberal de la educación: se forma a los individuos en función de las necesidades económicas de un país. "Las universidades pierden una de sus funciones fundamentales, fomentar la conciencia crítica respecto al status quo. Se propicia la integración económica, pero vamos a crear ciudadanos que no cuestionan el modelo económico y social porque no tienen herramientas para hacerlo", afirma la escritora Marta Sanz.
La universidad y la Educación Secundaria Obligatoria cada vez ofrecen programas más acordes con las necesidades de las empresas. Carlos Fernández Liria, profesor de Filosofía de la Complutense, lo ilustra con un ejemplo: "En una ocasión, un economista vino a dar una charla a la facultad para decir que las empresas necesitaban las humanidades, que los ejecutivos tuvieran cultura general, porque no podían ir a hacer una entrevista a Japón y no saber que hay que descalzarse para entrar en una casa. Eso van a ser las humanidades".
CIUDADANO INFANTIL Me quejo, no actúo
Estas tendencias aparecen, precisamente, en lo que se ha llamado la sociedad del conocimiento, un mundo interconectado donde los individuos tienen acceso a un volumen de información inimaginable. Sin embargo, conocer no es sólo saber cifras y datos, sino analizar los contenidos que la persona recibe y devolver algo nuevo y distinto a la sociedad. "Se está instalando el fenómeno del infantilismo, donde el individuo se cree que tiene acceso a todo, sin trabas, lo que es algo falaz. Cuando no lo consigue aparece el victimismo: la sensación de que se nos debe todo y nos quejamos de forma permanente. En lugar de asumir el papel de sujeto que actúa, somos pasivos, víctimas de un conjunto de factores que sencillamente nos impiden ser niños otra vez", explica Antonio Moreno.
CIUDADANO INMEDIATO Logros a golpe de ‘click'
Las nuevas consignas educativas también quieren controlar el tiempo. "Ahora nos piden cronogramas de los programas: el tema 1 en dos semanas, el tema 2 en una semana... Eso impide que yo pueda cambiar el ritmo de mis clases en función de las preguntas de mis alumnos. El tiempo se mecaniza, se instala una sensación de seguimiento de las personas con la excusa de que te preocupas, cuando en realidad lo que haces es ahogarles", indica Ángeles J. Perona.
Se impone la idea de inmediatez, aumentada por las infinitas posibilidades que ofrece una tecnología cuyo poder no parece tener límites. Para Antonio Moreno, "el deslumbramiento de la tecnología, que aparentemente nos suministra un acceso a toda la información, crea una ficción de interpretación de la realidad y no contempla los intangibles del conocimiento. No son datos, son operaciones que tiene que realizar el sujeto. Y al sujeto hay que ilustrarlo, porque si lo toma de la red son opiniones prestadas, no un análisis propio".
CIUDADANO AISLADO El otro no existe
Martha Nussbaum cree que una educación errónea es una de las causas que conducen a sistemas como el totalitarismo. Considera vital que se instruya a las personas desde muy pequeñas en la comprensión y experiencia de los otros. "La incapacidad para entender a los otros como seres humanos plenos fue una parte prominente del nazismo. El psicólogo Robert Jay Lifton hablaba del fenómeno de la disociación: los alemanes de la época eran capaces de tratar con gran humanidad a su familia y a continuación tratar a los judíos como meros objetos", explica Nussbaum.
"Esto conduce al adocenamiento del individuo", según Ángeles J. Perona
Los problemas de la actualidad, descontextualizados, aislan al ciudadano, que sin los conocimientos de fondo que aportan las humanidades se vuelve más vulnerable. "Se cercena su curiosidad y se le priva de muchos placeres, como es el disfrute de la cultura. Esta educación tan enfocada a satisfacer las necesidades del mercado incluso atenta contra la posibilidad de ser felices y de ser buenos. Moralmente buenos. Ser mejores personas: más solidarios, más consecuentes, más generosos...", sostiene Marta Sanz.
CIUDADANO INDEFENSO Soy lo que quieren que sea
Las posibilidades para el individuo se reducen a una sola variable: el valor de su producción en el mercado. "Se nos impone una noción de producción muy mercantil, muy capitalista. ¿Porque qué se entiende por producción? Un libro de poesía es una producción, algo nuevo y valioso, pero claro, su rentabilidad económica no es tan valiosa", explica Ángeles J. Perona.
Carlos Fernández Liria cree que "el totalitarismo neocon, que es el que ha impulsado este tipo de educación, va a imponer en la cabeza de la gente que nada que no tiene valor en el mercado tenga valor en sí mismo". Las personas, por lo tanto, tendrán valor cuando el mercado lo decida.
Bolonia, una amenaza para las humanidades
Mercantilismo Criterios de rentabilidad El Plan Bolonia que se está implantando en las universidades de Europa “es perjudicial para las humanidades. Los debates para fijar qué grados se iban a aceptar se basaban en criterios mercantiles. Han estado a punto de desaparecer determinadas filologías por poca matrícula”, dice Ángeles J. Perona.
Competencias Del ‘saber’ al ‘saber hacer’ Según el decano de Filología de la UNED, “se sustituye el aprendizaje de contenidos por las competencias, que es un saber hacer. Los contenidos los incorporas para desarrollar destrezas muy concretas en un ámbito muy determinado. Las ciencias puras tienen una situación muy difícil”.
Interés empresarial Estudiar lo que produce “Pervivirán las asignaturas que tengan interés empresarial. Se ve en el ámbito de los medicamentos: las investigaciones no van por la verdad ni el interés general de la humanidad, sino por lo que dicte el mercado”, asegura Carlos Fernández Liria.

Qué es el feminismo. María López

FEMINISMO: Movimiento y doctrina social que defiende la igualdad absoluta de derechos entre los hombres y las mujeres, por lo tanto, tiene el proyecto de cambiar la visión del mundo que sitúa al hombre como centro de todas las cosas invisibilizando a la mujer, cuya perspectiva se ignora. Es un movimiento Humanista que pretende terminar con privilegios patriarcales, sostenidos sobre la violencia, el sometimiento y el silencio de las mujeres, y hacer que éstas tomen consciencia de su situación de sometidas mediante la educación a todos los niveles y tomen parte activa en un cambio de la sociedad para mejor que sólo es posible a través de ellas educando a sus hijos en los nuevos valores.Feminismo es igualdad.

Esto es lo que tiene que explicitar constantemente ( nunca será suficientemente repetido) el gobierno en campañas televisivas y del tipo que sean. porque muchas personas demonizan la palabra feminista simplemente porque desconocen su significado y le atribuyen un sentido matriarcal de dominación o sometimiento de los hombres, y esto se debe muchas veces a las reacciones de los neomachistas, que juegan su tradicional juego sucio en el que consideran que no hay mejor defensa para mantener sus posiciones que un buen ataque y aprovechan la alienación ( no pensar demasiado, no ser conscientes) de las mujeres que les rodean, muchas veces dependientes, para imponer sus criterios erróneos denostando a las mujeres que pretenden esclarecer lo que sucede con sus vidas.Y porque desconocen su significado hay que explicarlo para que le pierdan el miedo y comiencen a incorporarlo lentamente en sus vidas. Si rechazan el término por ignorancia, esto es imposible, y el cambio se ralentiza.El feminismo no es el término contrapuesto al machismo. El machismo pretende dominar a una parte de la sociedad en su propio beneficio. El feminismo no busca dominar a nadie, ni siquiera es matriarcado. El feminismo es igualdad.

Si eres mujer y.... por María López

Puedes votar. Recibes igual salario al de un hombre por hacer el mismo trabajo. Fuiste/vas a ir a la universidad. Puedes solicitar cualquier empleo, sin vetos. Puedes recibir y brindar información sobre el control de la fertilidad sin ir a la cárcel por ello.Practicas un deporte profesional. Puedes usar pantalones sin ser excomulgada de tu iglesia o ser humillada en el pilón del pueblo.Puedes casarte sin perder tu apellido y sin que tus derechos civiles sean asimilados por tu esposo. Tienes derecho a rehusar tener relaciones sexuales con tu esposo. Tienes derecho a que tus registros médicos confidenciales no sean divulgados a los hombres de tu familia.Tienes derecho a leer los libros que desees sin supervisión de tu hermano o tutor. Puedes testificar sobre crímenes o daños que tu esposo haya cometido. Puedes obtener un préstamo, usando sólo tu nombre y tus antecedentes de crédito sin aval de marido o tutor. Se te permite testificar en tu propia defensa. Posees propiedades que son únicamente tuyas. Tienes derecho a tu propio salario aún si estás casada o hay un hombre en tu familia.Obtienes la custodia de tus hijas e hijos tras un divorcio. Sabes que si tu marido te pega podrás denunciarlo en comisaría y nadie te sermoneará sobre como ser mejor esposa y madre.Se te otorga un título después de ir a la universidad, en lugar de un certificado de haber completado los estudios y puedes amamantar a tu bebé discretamente en un lugar público y no ser arrestada por ello…AGRADÉCESELO A UN/A FEMINISTA. Sin la lucha de muchxs feministas que reclamaron estos derechos para ti, no podrías gozar de lo que hoy consideras normal. Y no hablo de hace cien años, sino cuarenta.Recuerda también que en tres cuartas partes del mundo las mujeres aún no gozan de estos derechos.

ARTICULO DE LUCIA ETXEBARRIA SOBRE GARCÍA MÁRQUEZ

Argumento de una novela: Un periodista ochentón verifica, entristecido, que su potencia sexual ya no es la que era. Cosas de la edad. Llama entonces a su proxeneta de confianza, aquel que le proporciona – a él y a media ciudad – los mejores Chaperos, y le pide que le busque un jovencito al que nadie haya tocado. El proxeneta le llama unos días después: ha localizado a un magrebí de barriada obrera, de catorce años, virgen con garantía, cuya familia está de acuerdo en vender los favores del chaval porque el padre está en paro desde tiempo inmemorial. La noche acordada, el proxeneta le proporciona una droga al chico para tranquilizarlo y favorecer los avances del anciano pero con tan mala fortuna que el chico, agotado tras una jornada particularmente dura – pues a pesar de su corta edad ya trabaja ilegalmente en una fábrica – se queda tan profundamente dormido como para hacer imposible su desfloración. El viejo permanece toda la noche contemplándolo, extasiado con su belleza y cuando vuelve a casa el ochentón lleva tal calentón encima que, ante la visión de la dérriere de su secretario, que está agachado recogiendo unos papeles, no puede contenerse y le viola. Luego, le arroja unos billetes a modo de compensación. Si este libro se publicara en España, el escándalo sería mayúsculo, del tipo del que le cayó encima a Arthur C Clarke en 1998, cuando The Mirror le acusó de ser un pedófilo. O sin ir más lejos, mi amiga Lola Beccaria tuvo que oír de todo a propósito de la publicación de su novela ” Una mujer desnuda”, en la que se narran las relaciones de una prepúber con un amigo de su padre. Pero resulta que cuando sale al mercado un libro con el mismo argumento, el mismo, pero con la sutil diferencia de que el putero es un señor heterosexual y la niña vendida y la criada violada (analmente por cierto) dos mujeres, nos encontramos entonces con “una admirable historia de amor… una estupenda metáfora de la sociedad donde todos caben con suficiencias o exageraciones, una novelita-joya que contiene sabias frases de prosa brillante, desbordante, donde la pasión tardía se enseñorea en el corazón del viejo”, en palabras de la crítica. Toma ya. Botón de muestra que describe al aluvión de reseñas favorables que se ha desbordado por los suplementos culturales españoles, unánimes en su admiración. Sí, me estoy refiriendo a la última novela de García Márquez, al que, como Premio Nobel, se supone que debemos respeto. Premio Nobel de la Paz fue también Henry Kissinger, responsable directo del golpe de Estado Militar contra Allende y de toda las dictaduras (incluidas las que falsamente se disfrazan de democracias) que campean hoy en América Latina. ¿Les he convencido con este ejemplo del androcentrismo imperante en la critica literaria? Pues daré otro: En cada entrevista, cada una, que he hecho de entre las más o menos veinticinco a propósito de la edición francesa de mi libro “Una historia de amor como otra cualquiera” me han hecho la misma pregunta: ¿Por qué sus protagonistas son mujeres? Estoy por ver que alguien le pregunte a Houllebeq o a Beigbeder la cuestión inversa. Y no se lo preguntan porque, pese a que las mujeres seamos mayoría en el mundo ( 53% de la población), a día de hoy lo masculino es la norma y lo femenino es la desviación, y por eso resulta tan extraño que se escriba sobre mujeres. Podría escribir sobre muchísimas escritoras injustamente olvidadas o no reconocidas en su valía: Ángela Figueras Aymerich, María Teresa León, Rosa Chacel… Podría hablar de una conversación con la hija de Carmen Laforet en la que ella me confirmó lo que yo ya sospechaba: que su madre había dejado de escribir incapaz de soportar la presión y las críticas (algo parecido me pasó a mí, que me planteé muy en serio abandonar el oficio después de la reacción que suscitó mi segunda novela, Beatriz y los cuerpos celestes). Podría escribir de Ana María Matute, que sufrió los embates de una censura feroz que le impidió ejercer su escritura en libertad. Podría hablar de cómo El País, el supuesto diario “progresista español”, publicó, para cerrar el último número del siglo veinte de su suplemento cultural, un artículo titulado ” Los mejores escritores españoles del siglo” en el que no se incluía a una sola mujer… Y entre tanto mientras todo el mundo se rasga las vestiduras al hablar de páginas de pedofilia en Internet, el Nobel, sus editores y su agente se llenan los bolsillos de plata, y en este país se oculta el triste hecho de que el 75% de los hombres que pegan a sus mujeres abusan también de sus hijas, y la sociedad bienpensante cierra los ojos al pasar por la calle de la Cruz, por la Montera, o por la casa de Campo, donde muchas menores de edad se ven obligadas a vender su cuerpo para lucrar a las mafias que las explotan, porque vivimos en un mundo plagado de millones de putas tristes que no lo son porque les da la gana, sino, precisamente, porque una cultura machista, perpetuada por la literatura, por los textos escolares, por el cine, por la publicidad, por la tradición, ha enseñado y sigue enseñando a los varones que la explotación y el maltrato a la mujer no solo es un hecho permisible, sino romántico. Como también enseña que la mujer deseable es aquella mujer bella que no habla, que solo nos escucha, y jamás nos contradice y, por lo tanto, si se pasa la vida dormida, tanto mejor, porque ya se sabe que, desde siempre, a los hombres nos gusta cuando callamos, porque estamos como ausentes y porque calladitas estamos más monas, y que el amor, según mucha literatura, no es un intercambio adulto y consensuado en el que cada cual da y recibe, sino una relación de dominación en la que una parte de la pareja se somete totalmente a la otra. ¡Lucía, por favor, es solo ficción!, dirán algunos. Pero cito a Florence Thomas cuando escribe: “El lenguaje es el fundamento de la reproducción del sexismo; es un aparato de construcción y de representación de la realidad y por consiguiente de la acción sobre ella por medio de elaboraciones simbólicas. A través de él internalizamos ideas, imágenes, modelos sociales y concepciones de lo femenino y de lo masculino, entre otras..” En cristiano: que de lo que se lee, se aprende, y que la única forma de cambiar la sociedad pasa por intentar transformar los modelos de representación que reproducen las estructuras dominantes. En un país como Colombia, en el que casi 40.000 menores de edad practican (y no libremente) la prostitución, según estimaciones más que fiables de la DAS y la Interpol, y en el que todas las fuentes coinciden en afirmar que el ingreso de niños y niñas a la prostitución es cada día mayor y las edades de vinculación cada vez más tempranas, ¿no podría haber aprovechado el Premio Nóbel la plataforma que le ofrecen su fama y su prestigio para ayudar a luchar contra semejante lacra en lugar de idealizarla y glorificarla? Y cuando media España protesta unánimemente contra los casos de prostitución infantil de Barcelona ¿no es hipocresía que nadie, en ninguno de los medios mal llamados suplementos culturales de este país se haya atrevido a alzar el gallo para decir que García Márquez puede escribir mejor o peor, pero que lo que ha escrito se llama apología de la explotación infantil y de la violación, y que como tal debe leerse, y nunca como historia de amor? Me gustaría que este artículo se fuera pasando en red a todos los colectivos feministas, o a las listas de correos. En el hecho de que todos los suplementos “culturales” españoles han puesto la novela por las nubes. Si admitimos en hipótesis que sí, que cada cual puede escribir lo que le dé la gana dado que todo se puede hacer desde la ficción -o eso dice la crítica- y que lo importa es la belleza de la obra, y que por eso García Márquez tiene derecho a escribir sobre lo que a él le guste, al menos tengamos en cuenta que lo que no se puede hacer, desde la crítica, es llamar “historia de amor” a una relación de abuso, porque eso SI que es hacer apología, o no advertir que el protagonista de este libro en ningún momento se cuestiona la legitimidad de comprar los favores sexuales de una menor y de drogarla para que los realice, ni de violar asnalmente a una criada que depende del violador para su sustento. Combatamos al machismo institucional desde la red, que es lo único que nos queda. Lucía Etxebarría 

El posmachismo está aquí Artículo de Miguel Lorente Acosta

Miguel Lorente Acosta, delegado del Gobierno español para la Violencia de Género, desgrana para Pikara Magazine las estrategias que emplea el posmachismo para mantener las desigualdades de género y emplaza a ver en la igualdad una deuda histórica
La igualdad no gusta, no hay que darle más vueltas, es así de sencillo. Y no gusta por lo que representa y por lo que significa, que no es otra cosa que hablar de ella no sólo sobre la referencia del artículo 7 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que recoge la “igualdad ante la ley” sino, sobre todo, hacerlo alrededor de su artículo 2, el que se refiere a la igualdad como principio básico, pues no sólo hay que ser iguales ante la ley, sino que debemos serlo, fundamentalmente, antes de la ley. Dejar que la ley dirima los problemas sobre la igualdad es reconocer que nos movemos en la desigualdad.
Aunque ahora nos pueda parecer extraño, la reacción crítica contra la igualdad no es muy diferente a la que antes se ha producido al intentar poner fin a los privilegios de sangre, religión, raza,… Ahora toca acabar con los privilegios basados en el sexo, que, aunque duela o moleste, han estado en el lado de los hombres, y la reacción no ha tardado en aparecer en forma de resistencias y rechazo para evitar que se consiga. 
Las políticas y medidas para conseguirlo se pueden criticar o, simplemente, no compartir, eso no es problema y resulta positivo en una democracia, lo que no es admisible es la manipulación para evitar alcanzar el objetivo democrático. Y lo que actualmente se está produciendo es una manipulación basada en dos grandes estrategias. Por un lado, se hacen interpretaciones interesadas de la información y datos existentes (se compara las absoluciones judiciales con denuncias falsas, la fimosis con la mutilación genital femenina, la violencia ejercida por los hombres a las agresiones realizadas por mujeres…), para desvirtuar los argumentos y luego decir que los estudios institucionales e internacionales son producto de un “complot o conspiración de género”, y que no se admite la discrepancia. En segundo lugar, lo que se hace es mezclarlo todo para que la idea de conspiración parezca más real y para confundir sobre el significado de lo que cada acción pretende conseguir, circunstancia que se aprecia al poner dentro del mismo cajón argumental las cuestiones relacionadas con violencia de género, la custodia compartida, las ayudas laborales o de formación para corregir la desigualdad, los beneficios económicos o la promoción profesional de quienes desarrollan estas medidas…
Es cierto que las críticas ya no se hacen de manera directa contra la igualdad, eso ha sido el papel del machismo tradicional, pero las llevan a cabo cuestionando los avances de la igualdad para que no haya una alternativa a la posición histórica. El planteamiento es simple: si nada cambia, todo sigue igual. Es el posmachismo, la nueva estrategia para conseguir mantener la desigualdad, y es tan exitoso porque juega con los sentimientos de toda la vida y los miedos de la “amenaza” que supone un nuevo escenario.
Para el posmachismo el avance de la igualdad es “ingeniería social”, sin embargo la construcción de la desigualdad ha sido “orden natural”; el estudio sobre la desigualdad y la promoción de la igualdad es adoctrinamiento, mientras que mantener y transmitir las ideas tradicionales es educación; el feminismo, que busca la igualdad de hombres y mujeres, es como el machismo que la negado y, en consecuencia, mejorar las oportunidades de las mujeres es atacar las de los hombres. Esta situación demuestra una “actitud paranoica paradójica”, puesto que cuando se habla de maltratadores sienten que la referencia es común a cualquier hombre, pero cuando se habla de igualdad piensan que sólo se refiere a las mujeres.
Es triste reconocerlo, pero todavía hoy no se ha alcanzado la igualdad entre hombres y mujeres, y en pleno siglo XXI las mujeres siguen sufriendo violencia normalizada, minimizada, justificada, ¡negada!,… cobran menos por el mismo trabajo, asumen el trabajo asalariado sin abandonar el doméstico, padecen más pobreza, son tratadas, esclavizadas y explotadas sexualmente para que hombres puedan utilizarlas, humillarlas, maltratarlas y violarlas,… Aunque parece que todo eso no existe para el posmachismo, que sólo ve un “ataque del feminismo contra los hombres”, como si acabar con todo ello eso no fuera una cuestión de justicia, dignidad y de derechos humanos, y como si quienes históricamente han reivindicado y luchado por ello (también eran unas feministas radicales las que pidieron el voto de las mujeres) no merecieran el reconocimiento de la sociedad que se beneficia de sus logros. 
No se puede poner el contador de la desigualdad a cero como si nada hubiera ocurrido y como si lo ocurrido no tuviera un significado, aún son muchas las consecuencias de la desigualdad y, lo más importante, todavía no está interiorizado el valor de la igualdad como una de las referencias sobre las que articular la convivencia en la sociedad y las relaciones entre hombres y mujeres. Ponerlo a cero sería continuar con el lastre de la desigualdad y mantener la deuda con la igualdad. El posmachismo lo único que busca es tiempo, lo mismo que han tenido siempre. La historia está de su parte si no se analiza de forma crítica, y no renuncian a ella.
La cuestión que surge es si debemos admitirlo y si una sociedad democrática, con independencia de las críticas y discrepancias, puede poner en el mismo plano los argumentos sexistas, racistas o discriminatorios en general, con los que promueven los derechos humanos. Yo, sinceramente, creo que no. La igualdad no debe generar recelo ni dudas, es la deuda que tenemos pendiente con la historia y será buena para mujeres y hombres, y ante unas críticas tan poco fundamentadas como las que se hacen habría que hacer la pregunta básica de la investigación criminal: a quién beneficia. Ahí está la respuesta.

SORORIDAD Y EMPODERAMIENTO

A raíz de los homenajes tanto a mi madre Teresa Asenjo, como a las concejalas salientes de Laviana, Maricusa, Belén y Celia. 
No puedo dejar de pensar en lo importante que es la sororidad,  qué agusto y bien se está en la compañía de mujeres feministas, las mujeres que piensan y luchan por y para la igualdad. Realmente es fundamental verse, disfrutar de tanta sabiduría. Una sale de estos encuentros fortalecida y feliz para continuar con la lucha por la igualdad.
Pienso la suerte que al fin y al cabo tenemos las mujeres de ser mujeres, de buscar la felicidad en la compañía unas de otras, de ser capaces de decir y demostrar el amor y respeto que nos tenemos sin ningún tipo de vergüenza, ni reparo. Qué buenas compañeras somos para nosotras mismas, (en contra de la "fama" que se nos ha dado siempre de malas y envidiosas)
Como dicen las compañeras, realmente no saben todo lo que hacen y han hecho hasta que se lo recordamos.
Y es entonces cuando el empoderamiento se apodera de todas nosotras, qué cantidad de trabajo bien hecho.
Qué manera de cambiar nuestros pueblos, moldear mentalidades a base de trabajo y palabras muchas palabras. De dar ejemplo, el ejemplo de que las mujeres no llegamos al poder para ser floreros, ni para ser sirvientas de nadie, si no para trabajar desde nuestra perspectiva, que nada tiene que ver con la mirada de un hombre. 
Esa otra mirada de las mujeres, para las pequeñas cosas es lo que hace que la vida sea mejor, más fácil y más feliz,que es  lo que al fin y al cabo queremos ser todas y todos.
¡Cuánta valentía para enfrentarse a la dura realidad y conseguir salirse con la suya¡.
Desde luego han hecho un grandísimo trabajo y nos dejan el camino bastante allanado a las que venimos detrás. 
¡GRACIAS A TODAS POR SER TAN MAGNÍFICAS¡ y por ENSEÑAR a todo el mundo que LAS MUJERES NO ESTAMOS HECHAS SOLO PARA SER MADRES Y AMANTES ESPOSAS. LAS MUJERES QUEREMOS CAMBIAR EL MUNDO Y EXIGIMOS LA CUOTA DE PODER QUE NOS CORRESPONDE PARA CONSEGUIRLO.

Las nuevas trampas del patriarcado contra el avance de la igualdad, por Montse Fernández Garrido

Cuando las mujeres avanzamos hacia la igualdad, al menos la igualdad formal, tras muchos años de lucha feminista, el patriarcado inventa nuevas trampas para luchar contra nuestros avances. Aparentar cambios para que todo siga igual. Y lo hace desde una postura aparentemente igualitaria. Exigen la custodia compartida aún cuando no se han implicado en el cuidado de los hijos, ni comparten las tareas domésticas (los más avanzados continúan “ayudando”… “me pone la mesa o la lavadora”, “me compra el pan” y “me tira la basura”). Dice la socióloga Isabel Alberdi que de 28 tareas diarias necesarias en una casa, generalmente los hombres españoles hacen dos: limpiar y conducir el coche. Lo que quiere parecer el deseo de implicarse en el cuidado y educación de los hijos no es más que la pretensión de que se venda el domicilio conyugal, se reparta el dinero por mitad y que las mujeres continúen cuidando a los hijos. También evitarse pagar pensiones por los niños. Y si ellos deben compartir la custodia con la exmujer, como máximo que la madre (abuela paterna) o la nueva pareja se ocupe de ellos.
Las cifras: hombres y mujeres no comparten el cuidado de los hijos
Según datos oficiales, en el Estado español sólo el 3,6% de las excedencias para el cuidado de los hijos son pedidas por los hombres. Y en cuanto a los permisos de relevo materno, los solicitan los hombres en un 1,54%. De 250.000 permisos de trabajo tomados por mujeres, tan sólo 4.500 hombres los pidieron el mismo año. Trabajan asalariadamente el 44,5% de las mujeres y el 67,6% de los hombres. Es decir, hay un gran porcentaje de mujeres que se dedican en exclusiva al trabajo doméstico y al cuidado de la familia (hijos, marido, ancianos, enfermos y discapacitados). Y otro porcentaje que realizan doble tarea, trabajando fuera y dentro del hogar. Porque las mujeres cubren el 75% del tiempo dedicado a tareas domésticas mientras que los hombres cubren el 25%. Además de que el 75% de las tareas domésticas están realizadas por mujeres, el 80% de las personas con contrato a tiempo parcial son mujeres (por lo que el resto del tiempo se ocupan de hijos, marido, ancianos y enfermos). Lo único que hoy tienen seguro las mujeres que se separan o divorcian es la custodia de sus hijos y el uso del domicilio conyugal, porque mayoritariamente son ellas y sus niños/as la parte más necesitada de protección. Sólo un 3% de padres la reclaman en el Juzgado y un 10% la pactan.
En un porcentaje elevadísimo los “amorosos” padres no pagan las misérrimas pensiones para los hijos que ha pactado o que ha dictado un juez. Y no les pasa nada. Cuanto más dinero tienen más facilidad de escapar a sus responsabilidades económicas. Si a las separadas/divorciadas les quitan el uso del domicilio, aumentará la feminización de la pobreza, que ya es aterradora (no sólo lo decimos las feministas, también todos los organismos oficiales, sean de derechas o de izquierdas, y las entidades caritativo-religiosas, que no pueden ser tildadas de extremistas-radicales-feministas: los hogares monoparentales, mayoritariamente con mujer al frente, están también a la cabeza de la pobreza). Y de forma muy habitual los niños se quedan esperando a papá con la bolsa preparada y ellos incumplen reiteradamente con su obligación/derecho de tener consigo a los hijos, en eso que se llama régimen de visitas, estancia y comunicación, para cuidarlos, educarlos y protegerlos. Y no les pasa nada, mientras que a las mujeres se las castiga duramente (se les retira la custodia de incumplir reiteradamente) si impiden el contacto de las/los hijas/os con el padre, o no obligan a las/los menores a ir con él cuando ellos/as no quieren.
Algunos pequeños grupos de hombres, bien organizados y con gran poder de difusión de sus tesis en los medios de comunicación, no cesan de difundir la idea de que las mujeres interponen denuncias falsas de presuntas agresiones de violencia doméstica, cuando –dicen ellos- no han existido tales agresiones. Y manifiestan que con esas denuncias falsas las mujeres consiguen prebendas: el uso de la casa, la custodia de los hijos, mayores pensiones. Nada de ello es cierto. Ni hay denuncias falsas (o son en muy inferior número a otros delitos) ni se consigue prebenda alguna con las denuncias. Sabemos que la violencia de género sale a la luz del 5 al 10% de las ocasiones. Decir lo contrario es una completa falsedad, pero que se difunde y que cala en la sociedad, a pesar de los desmentidos oficiales (en España los datos oficiales hablan de 2 millones de mujeres maltratadas y entre 500 sentencias estudiadas se ha encontrado una denuncia falsa. Se confunde denuncia falsa con que se absuelva al maltratador, cuando ello sólo significa que la maltratada no ha podido probar la agresión o el maltrato, porque hay que garantizar la presunción de inocencia, lo que perjudica a las víctimas y protege a los agresores. Y con esa falsedad se justifican incluso los malos tratos y hasta los asesinatos, las muertes anuales de mujeres; “nos dejan sin casa, sin hijos, en la indigencia, estamos tan presionados, nos sentimos tan injustamente tratados que no nos queda más remedio”, o al menos que es lógico que se agreda y se mate….en una “desesperación” que nunca ha existido. Esta es la carta que como responsable de medios de comunicación de “Dones Juristes” remití a los medios de comunicación cuando la Decana de los Jueces de Barcelona, Mª Sanahuja, hizo unas manifestaciones públicas que dañaron gravemente los derechos de las mujeres, al alinearse y ratificar las quejas de algunos hombres, carta que expresa nuestra posición.
Las declaraciones de la Decana de los Jueces de Barcelona sobre las mujeres maltratadas, las abogadas que las defienden y la Ley Integral sobre la Violencia Doméstica:
Desde hace demasiado tiempo venimos asistiendo a los continuos, desacertados e injustos comentarios de la Decana de los Jueces de Barcelona, Mª Sanahuja, difundidos en todos los medios de comunicación, sobre las mujeres maltratadas, las abogadas feministas que las aconsejan y defienden y sobre la Ley Integral contra la Violencia doméstica. La Sra. Sanahuja aparece reiteradamente en prensa, radio y televisión y expresa opiniones que no son en absoluto ciertas, ni acertadas, ni justas. Y que, o son dictadas por el desconocimiento de la problemática y su realidad, lo que sería muy grave, o desde la falsedad, lo que resultaría aún más irresponsable, intolerable y hasta delictivo. Sea por la causa que sea, lo cierto es que el mal que provocan sus desacertados comentarios es tan importante que no podemos por menos que efectuar nuestra más enérgica repulsa, en el sentido de denunciar ante sus superiores, ante el Fiscal Jefe de Catalunya, la Decana del Iltre. Colegio de Abogados y ante la opinión pública, la falsedad de los continuos comentarios, a la vez que exigir que se tomen las oportunas medidas, a fin de evitar el grave daño que causa en las víctimas de la violencia y en la honorabilidad de las letradas.
Mª Sanahuja acusa a mujeres maltratadas y a sus abogadas de “mentir y poner denuncias falsas, a fin de conseguir mejores condiciones en las separaciones”, con total desconocimiento de la realidad e impunidad. Quienes nos dedicamos al estudio de la problemática del maltrato y especialmente a defender a las víctimas de la violencia de género, sabemos que no existe ventaja alguna por denunciar casos de maltrato (y menos hacerlo falsamente). Y desde luego que acudir a los Juzgados de Violencia doméstica significa ralentizar la solución de los problemas, atendido que las resoluciones tardan a veces 6 u 8 meses, mientras que se resuelven con mucha mayor premura en los Juzgados de Familia (y en los de 1ª Instancia), siendo nosotras, las abogadas, las primeras en defender que el derecho penal es “la última ratio”, es decir, el último al que acudir, cuando no hemos solucionado los problemas de otra forma (lo que intentamos cuando es posible).
Como expresan todos los datos oficiales de los últimos años, difundidos por los gobiernos de cualquier ideología (derecha ó izquierda), las mujeres que denuncian maltrato lo hacen generalmente tras 7 ó 10 años de padecerlo. Y tan sólo se atreven a hacerlo del 5 al 10% de las maltratadas, que cuando acuden a efectuar la denuncia, saben que inician un via crucis, que se suma al que ya padecían. Los resultados de esa actitud valiente es en demasiadas ocasiones la absolución del agresor, no por falsedad en las denuncias, sino por otros muchos motivos (la soledad en que se comenten los delitos, la negación de vecinos a declarar como testigos, el miedo y las presiones que reciben las mujeres en el momento de asistir al juicio, la creencia de que él va a cambiar, la actuación del Ministerio Fiscal, la presunción de inocencia de los agresores, ya que se protege más que el daño recibido por la agredida….) Todo ello hace desistir a las maltratadas de acudir a los Juzgados en demasiadas ocasiones, al creer que no van a verse creídas, respetadas, comprendidas, respaldadas ni protegidas. Indicar que generalmente la mujer que ha sido maltratada y que acude a denunciar, no llama previamente a su abogada. Va a una comisaría para ser atendida y son los mossos d´esquadra quienes al redactar la denuncia preguntan a la mujer si quieren solicitar una orden de alejamiento o una de protección para ellas y sus hijos, y las mujeres, asustadas, a menudo dicen que sí. Posteriormente el Juez no acuerda tal medida, cuando así lo aconseja la estricta aplicación de la Ley.
Es evidente que desconoce la Sra. Sanahuja el llamado “círculo de la violencia”, que lleva a la maltratada a no proseguir con las denuncias y volver a confiar en su marido/compañero (y a veces padre de sus hijos), por sus promesas de cambio de comportamiento y su necesidad de creerlo. El temor, la falta de autoestima y en tantas ocasiones, la falta de medios económicos y laborales. Y el terror que las paraliza tras las torturas sufridas antes de la denuncia. Desconoce por tanto la situación psíquica que padecen y los síndromes que las paralizan. Y al parecer, desconoce también cómo funcionan los Juzgados de Violencia Doméstica y la precariedad de sus medios. La Sra. Sanahuja no cesa de acusar a las maltratadas de mentir e interponer denuncias falsas, con total impunidad y evidentemente sin pruebas que lo avalen. Y las acusa de colapsar los Juzgados, cuando ni la primera cosa es cierta ni la segunda debe preocupar a las justiciables, atendido que si desde los poderes públicos no cesa de animarse a las agredidas a denunciar, éstas deben poder hacerlo, inaugurándose más Juzgados de Violencia si son necesarios (lo que sabemos va a hacerse de inmediato, según anunció recientemente el Gobierno central, que manifiesta conocer la gravedad del problema).
El número de denuncias falsas es sin duda ínfimo, mucho menor que el que se produce en cualquier otro delito, y de esas otras denuncias falsas mucho más cuantiosas, nadie habla. La ciudadanía mira con complacencia, simpatía y una nada recomendable normalidad, la comisión de ese delito (denuncia falsa), cuando se trata por ejemplo de denunciar un robo, para el cobro de una indemnización por parte de una compañía de seguros. Y mientras, los medios de comunicación difunden y los ciudadanos reciben la idea opuesta a la terrible realidad del maltrato, guardando un silencio cómplice ante la gravedad y falsedad de las acusaciones de la Sra. Sanahuja. No ha podido ofrecer la decana cifras o pruebas en las que se basa para sus falsas afirmaciones. No existen condenas de mujeres por delinquir, acusando falsamente a sus maridos o compañeros. Y su irresponsable comportamiento, ante el valor de la mujer que se atreve a denunciar a la persona amada, en lugar de recibir muestras de apoyo y comprensión, encuentra desconfianza y hasta amenazas, lo que produce un efecto perverso, pasar de víctimas a culpables.
No debe olvidarse que cada año mueren asesinadas, a manos de su pareja o expareja, de 60 a 80 mujeres y que al menos dos millones padecen maltrato de forma habitual (cifras oficiales que se repiten desde los últimos 20 años). Que organismos e instituciones poco sospechosos de feminismo radical, como la ONU, la UNESCO, Amnistía Internacional, Justicia i Pau, Cáritas, y los Institutos de la Mujer de las épocas del PP o de CiU, como los de la época actual, de izquierdas, así como numerosos estudios de diversos profesionales, ajenos al feminismo, han ratificado los datos que los grupos de mujeres hemos denunciado durante años, llegando a la misma conclusión de los datos que aportábamos, llegando a la conclusión de que la “violencia doméstica es el crimen encubierto más numeroso del mundo” (ONU), que “una mujer tiene 9 veces más peligro de ser agredida en su casa que en la calle”, o que “hay mayor número de muertas por violencia doméstica que la suma que producen los accidentes de carretera y el cáncer” .
En los últimos días la Sra. Sanahuja, en un claro enfrentamiento con la también magistrada, miembro del Consejo General del Poder Judicial y directora del Observatorio de Violencia Doméstica, Dª Montserrat Comas, gran conocedora de la problemática de la violencia de género, está difundiendo la tesis de que el maltrato es un asunto privado, que debe resolverse de igual forma, privadamente, tras 200 años de lucha feminista por conseguir sacar de la intimidad de los hogares la más terrible lacra de la sociedad: la violencia física, psíquica y sexual contra el 52% de la humanidad, por el hecho de ser mujeres.
Como juristas, que exigimos que se respete el honor de las mujeres y la deontología con la que siempre trabajamos, no podemos por menos que denunciar, no sólo la falsedad de las acusaciones de la decana, sino también lamentar la enorme difusión que se realiza de tan peregrinas ideas, que no hacen más que colocar a las agredidas en una situación de mayor vulnerabilidad. Y a los maltratadotes, que son quienes iniciaron y mantienen esa campaña, ayudados consciente o inconscientemente por Dª María Sanahuja, crecidos y beneficiados por una aureola de falsas víctimas, en lugar de como lo que son, verdugos.
La Associació Dones Juristes, el grupo más numeroso de asociadas profesionales del Derecho de Catalunya, que cuenta entre sus miembros con catedráticas, profesoras universitarias, abogadas y funcionarias de diversos ámbitos, Associació que recibió en diciembre de 2005 la “Creu de Sant Jordi”, de manos del President de la Generalitat, D. Pascual Maragall, por su aportación a la paz y el progreso de la sociedad catalana, exige la destitución inmediata de la decana, por afirmar falsamente que las víctimas mienten, atentar contra la honorabilidad, la ética y deontología de las profesionales del derecho, con absoluta temeridad y mala fe, por los daños psicológicos a las víctimas, la difamación a las letradas y la descalificación a la Ley Orgánica contra la Violencia de Género, y su inaceptable y manifiesta incompetencia para el ejercicio de su cargo.
La descalificación de las víctimas, el descrédito de las profesionales y un atentado a su honorabilidad, así como la descalificación de una Ley por la que tanto hemos luchado y que tantos años ha tardado en votarse de forma unánime por el Congreso de los Diputados, es una muestra de grave irresponsabilidad, que entendemos debe ser atajada de inmediato. Por ello remitimos el presente comunicado al Consejo General del Poder Judicial, el Fiscal Jefe de Catalunya, la Decana del Iltre. Colegio de Abogados de Barcelona y a los medios de comunicación (con el ruego de su más amplia difusión)
Por último, el nuevo invento del patriarcado va dando sus frutos. El pretendido “Síndrome de Alienación Parental” [1], está destrozando la vida, la salud y la tranquilidad a cientos de mujeres y a sus hijas/os… Hay menores que se suicidan por ello. Hay maltratadas a las que les quitan los hijos y les impiden verlos y hablar con ellos hasta por teléfono durante meses, mientras esos hijos/as se entregan al maltratador/abusador y los dejan bajo su custodia. Y va en aumento el número de sentencias que recogen un síndrome que no existe, según afirma, confirma y ratifica la clase médica. Si se denuncia la agresión física o sexual, posiblemente ellos se defenderán atacando, denunciando falsamente que la madre hace “SAP” y por eso las/los menores se niegan a verlo y a estar con él. Tras unos kafkianos vericuetos e informes psicológicos, generalmente de los servicios adscritos a los Juzgados de Familia, acaban acusando a la maltratada o a la madre protectora del pretendido SAP y el drama está servido. Se trata de un invento de 1985 de un médico americano llamado Gardner, para defender a pedófilos, maltratadores y agresores sexuales, que está calando en nuestra sociedad.
Los medios lo difunden como si de ciencia se tratara, cuando en los países que lo comenzaron a poner de moda hoy lo rechazan categóricamente y lo llaman “ciencia basura”, estando prohibida su alegación en los Tribunales. Por el contrario en nuestro país (que llegamos cuando el resto está de vuelta) una buena parte de los jueces así lo aceptan, aconsejados por “sus técnicos” (psicólogos adscritos a los Juzgados, en los llamados SATAF). Hay infinidad de libros publicados, de entrevistas hechas a sus defensores y un solo y único libro (de Consuelo Barea y Sonia Vaccaro, doctora y psicóloga feministas, prologado y presentado en septiembre pasado por Miguel Lorente Acosta, reconocido médico forense, antes director general de Asistencia a las Víctimas de Violencia machista en la Junta de Andalucía y actual delegado del Gobierno para Violencia de Género, del Ministerio de Igualdad). Sobre ese libro de dos autoras feministas hasta ahora sólo se han publicado artículos en contra; (“el libro que ha presentado un miembro de ese ministerio que Zapatero les ha regalado a sus amigas feministas radicales”) Y ni uno a favor. Y ello a pesar de que contra el pretendido SAP han firmado un manifiesto más de 100 profesionales de la salud de toda España (psiquiatras, forenses, psicólogos, educadores) y al menos una cincuentena de organizaciones de mujeres. Que el delegado del Gobierno dice que las autoras, que defienden lo que defendemos las abogadas feministas, “han hecho un diagnóstico certero y las recetas para solucionar los problemas aparecen recogidas de forma magistral”. O de que la magistrada Montserrat Comas d´Argemí, vocal del Consejo General del Poder Judicial y presidenta del Observatorio contra los malos tratos aportaba argumentos para reafirmarse en que no existe tal SAP. Tan sólo una magistrada, Dª Nekane San Miguel, de la Audiencia Provincial de Vizcaya , ha dictado dos sentencias contra el mal llamado SAP, en las que explica que tal síndrome no existe, que se trata de una teoría sexista, que va en contra de los derechos de las mujeres y de los/las menores, en definitiva contra los derechos humanos.
El ataque del patriarcado, con nuevas estrategias y trampas, es la respuesta al avance de nuestros derechos, a esos derechos alcanzados con tanto esfuerzo, tras tantos años de lucha.
De nuevo se presenta a las mujeres con los mitos de siempre, aunque pretendidamente modernizados… malévolas, manipuladoras, perversas, carentes de credibilidad, embusteras, Malas e inadecuadas incluso en sus funciones como madres. Y Los nuevos hombres nuevos (título del libro del Dr. Miguel Lorente) pretenden “cambiar para que todo siga igual, para adaptarse a los tiempos, a las circunstancias, sin renunciar a su posición de poder y sin que ninguno de los cambios deteriorara su sólida posición en la estructura social”. Esto es, “el postmachismo” desde una pretendida lucha para “la verdadera igualdad” (el lobo con piel de cordero). No hay revisión de los papeles masculinos, sino nuevas imposiciones, para que nada cambie. Por el contrario las mujeres hemos pasado de lavar la ropa a “lavar el cerebro” (de nuetros hijos). El postmachismo y postconservadurismo; de los neocons a los poscons (según Lorente).
Amigas, compañeras, tenemos mucho que contaros, muchos datos e información para facilitaros, muchos argumentos para explicaros lo que ocurre y cómo hacerle frente. Sólo desde el conocimiento de las armas del enemigo podremos/sabremos defender los derechos ya conquistados y avanzar hacia otros nuevos, en este largo camino hacia una sociedad más justa, igualitaria, feliz. Hacia la utopía de una sociedad feminista, porque el futuro… será feminista o no será…
Ponencia presentada en las Jornadas Feministas de Granada. Fuente: Revista Trasversalesnúmero 18 primavera 2010


Notas
[1] El “pretendido síndrome de alienación parental”, tal como lo ha denominado la Asociación de Psicología Americana (APA), “SAP” por sus siglas en castellano, y la ideología que lo sustenta, son un constructo pseudo-científico que ha sido utilizado, desde su creación en Estados Unidos en 1985, en el ámbito de la justicia y en las causas de divorcio en las que se disputa la custodia de los hijos, generando situaciones de alto riesgo para las criaturas y provocando una involución en los derechos humanos de niñas y niños y de las madres que pretenden protegerles. El efecto intimidatorio que produce su sola mención en la justicia, facilita que algunos profesionales, regidos sólo por el afán de ganar, lo utilicen habitualmente en los casos controvertidos de divorcio. Este atributo del “SAP” lo convierte en un instrumento “ad hoc” que además invisibiliza el incesto y la violencia de género preexistentes. La aparición del “SAP” en cualquier litigio judicial lo reduce todo a la alienación paterna y convierte automáticamente a las víctimas en victimarios.
Exhaustiva investigación: la auténtica realidad de este infundado síndrome, carente de toda base científica, desechado en la actualidad en EEUU. Pretenden con él formar e informar a profesionales del derecho, la salud mental y los servicios sociales que quieran llevar a cabo una buena praxis en el campo del divorcio y la custodia y aportar argumentos, desde el conocimiento y la racionalidad, que permitan reintegrar a las víctimas la credibilidad de sus legítimas quejas sobre un progenitor abusivo y negligente.
El objetivo final al investigar sobre el SAP es proteger a las niñas y niños, víctimas inocentes de la aplicación de este supuesto síndrome, de la “terapia de la amenaza”, coacción que proponen quienes lo aplican como único “tratamiento” válido..