martes, 19 de abril de 2011

GARZÓN, JUEZ Y PARTE

Desde luego lo que está ocurriendo en este nuestro País, con el juez Garzón no tiene nombre. Que se juzgue antes al juez que investiga los casos de corrupción que a los que han metido, supuestamente, la mano en el cajón, es simplemente surrealista. Pero además sabiendo de qué sector vienen las iras, la reflexión que me hago es que siguen creyéndose con el poder absoluto.
Para la derecha de este País no hay memoria histórica más que la ya sabida de los vencedores de una contienda más que sangrienta y dolorosa, que sumió a España durante más de 40 años en una larga noche carente de libertades y llena de tristeza, pobreza, desigualdades, analfabetismo.....
Esta derecha que se sigue permitiendo el lujo de creerse la VERDAD de nuestro País, la única con LEGITIMIDAD para  gobernarnos.
Esta derecha que lo único que alimenta es la desigualdad entre territorios, hombres y mujeres, personas de diferentes creencias o identidades tanto personales, como sexuales. Porque lo único que creen que es correcto es lo que su mano más derecha, su mano ejecutora de la moral, LA IGLESIA, dice.
Tenemos muy mala suerte con los partidos de derechas que todavía no entienden lo más fundamental que defiende la democracia : la JUSTICIA, IGUALDAD, TOLERANCIA.
Que persiguen con saña cualquier indicio de corrupción en los de izquierdas pero no consienten que nadie "meta las narices" en sus asuntos y así se las gastan, llevando en sus listas electorales a los supuestos investigados por corrupción.
Cierto es que el tiempo da y quita razones pero no nos dejemos manipular por una derecha recalcitrante con el poder mediático a su favor.
Lo que está mal, está mal y la moral no nos la enseña la IGLESIA. Todos y todas sabemos que a la vida pública hay que llegar con las manos llenas de ilusión y ganas de trabajar e irse con la satisfacción del trabajo bien hecho.
Y quien no esté dispuesto o dispuesta a hacerlo así no puede ocupar puestos de responsabilidad política.
La justicia está para conseguir equilibrar la carencia de moral de algunas personas, y no para juzgar a quien persigue equilibrar esta situación. Porque esto provoca la pérdida de credibilidad con el consecuente y grave debilitamiento del sistema.
Que por otra parte es lo que realmente persigue siempre la derecha debilitar el sistema, UN SISTEMA EN EL QUE NO CREE.

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