domingo, 17 de abril de 2011

8 de Marzo

No quería que pasara la fiesta del 8 de marzo, sin hacer una serie de reflexiones sobre lo conseguido en cien años y lo que nos queda por conseguir.
Es realmente emocionante ver cómo las mujeres SIEMPRE hemos estado en la vida pública aunque el patriarcado se haya empeñado en acallarnos.
Es increíble la lucha tan tremenda que las mujeres hemos desarrollado para conseguir poco a poco tener los mismos derechos que los hombres.
Aunque por lo revolucionario y determinante, destaco de entre todos, el DERECHO AL VOTO, lo que nos transforma en CIUDADANAS. Podemos decidir.
 Es a partir de entonces cuando empezamos a  educarnos y es gracias a la educación como podemos entender nuestra realidad para intentar cambiarla, poco a poco iremos tomando posición en la vida pública, a través del trabajo remunerado.
A la vez doblegaremos a los compañeros de los partidos de izquierdas (más concretamente el PSOE), para que admitan que la única manera de que la mujer consiga tener mayor representación política, es a través de la discriminación positiva, la que propicia nuestra presencia en los órganos de decisión y poder así ir cambiando nuestra sociedad.
Realmente hemos conseguido muchas cosas, en estos 100 años.
Pero estamos reivindicando lo mismo. EMPLEO DECENTE PARA LAS MUJERES, EMPLEO DE CALIDAD.
Y es que en medio de una de las crisis más crudas de los últimos 80 años,  nos encontramos que todavía no somos merecedoras de un puesto de trabajo, que se nos recluye en casa porque se piensa que quien tiene derecho al trabajo es el hombre. Tenemos trabajos más precarios, peor pagados y prescindibles.
El problema de la Conciliación de la vida Laboral y familiar, la propia maternidad, nos deja siempre por detrás de los hombres, no sólo a la hora de tener trabajo, si no de mantenerlo.
Esta precariedad impide nuestra promoción en el trabajo lo que nos hace vulnerables a la hora de una regulación de empleo, como estamos viendo en esta crisis, donde el paro está disparado, pero el femenino, es realmente dramático. 
Por eso hablamos de la feminización de la pobreza.
Sin duda los retos de futuro pasan por el cambio de MENTALIDAD.
Un cambio de mentalidad que hay reclamar y luchar para dejar de ser invisibles, para que no se nos vea simplemente como meras reproductoras y cuidadoras, para que se nos valore todo lo que podemos dar y aportar a la sociedad.
Para no ser propiedad de nadie y así nadie nos pueda matar por ser  SU mujer.
Para que nuestras hijas y nuestros hijos vivan en una sociedad que no les imponga lo que está bien o mal bajo unos fines perversos de poder del hombre sobre la mujer.
Porque realmente somos fundamentales en el desarrollo de este mundo, reclamamos el derecho a DECIDIR, GOBERNAR, TRABAJAR, EDUCAR...y en fin a realizar todo aquello que queramos en plena LIBERTAD e IGUALDAD.        
¡¡¡ VASTA DE SENSACIÓN DE CULPABILIDAD  POR HACER TODO AQUELLO QUE DESEAMOS¡¡¡

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